
¿Estamos innovando o solo haciendo cosas diferentes?… Esa es una pregunta clave para cualquier organización, y para responderla , necesitamos medir. Medir la innovación no es simple, pero tampoco es imposible. Este capítulo ayudará a comenzar hacerlo.
¿Por qué medir la innovación?
La innovación tiene muchas formas, algunas son visibles, tangibles, intangibles, algunas se pueden contar y otras simplemente se sienten; pero si no medimos, no sabemos y si no sabemos por ende es más complejo mejorar, es por eso que medir importa.
Ahora.. ¿Qué se puede medir?
Lo que buscamos es saber si lo que estamos haciendo está generando valor, para eso hay muchas formas de medición. En este capítulo nos enfocamos en indicadores cuantitativos, es decir, números. No porque los números lo digan todo, sino porque los números nos ayudan a ver lo que no siempre se nota.
Te dejo algunos ejemplos de indicadores que pueden ayudarte a empezar…
- Número de ideas recibidas: se refiere a cuántas ideas llegan en un periodo de tiempo. A pesar de que puede parecer obvio, no siempre se cuenta, es por eso que saberlo, te dice si la gente está participando.
- Número de ideas que llegan a prototipo: ¿Cuántas ideas pasan de ser una ocurrencia a una propuesta concreta?, aquí se mide la capacidad de avanzar, no solo de imaginar.
- Tasa de conversión: De todas las ideas, ¿cuántas llegan a mercado?, este dato es clave para entender el cuello de botella en tu organización por completo.
- Tiempo del ciclo de innovación: ¿Cuánto tarda una idea desde que nace hasta que se implementa?, aquí puedes ver si hay cuellos de botella o procesos lentos.
- Tasa de éxito o hit-rate: ¿Cuántas ideas generan valor real?, puesto que no todas lo hacen y eso está bien, pero hay que saber cuántas sí.
- Ingresos por innovación: ¿Cuánto ganamos con productos, servicios o procesos nuevos?, este indicador es más difícil de medir, pero vale la pena intentarlo.
Te estarás preguntando , “¿Y cómo empezamos?”
Con lo que ya tienes, no necesitas un sistema perfecto, solo necesitas empezar a observar, puedes apoyarte usando una hoja de cálculo, un formulario compartido, una conversación regular, etc. Lo importante es construir una rutina de medición, que sirva para mejorar, no para castigar, ni presumir.
Pero ahora ¿Y la cultura?… Medir no solo tiene que ver con datos, sino también con cómo pensamos la innovación, Aquí es donde entra el modelo de madurez de la innovación, Este modelo es desarrollado por Rao y Weintraub, el cual propone seis dimensiones que puedes evaluar:
- Recursos: ¿Hay tiempo, dinero, talento, herramientas para innovar?
- Procesos: ¿Existe una forma clara de proponer, evaluar y llevar ideas a la acción?
- Valores: ¿La innovación es importante en la cultura de la organización?
- Comportamiento: ¿Las personas participan, se arriesgan, preguntan?
- Clima: ¿Hay confianza para proponer ideas y aprender del error?
- Éxito: ¿Cómo se reconoce la innovación? ¿Qué significa tener éxito?
Este modelo no es una receta, es un espejo el cual sirve para ver dónde estás y hacia dónde puedes ir.
Te recomiendo comenzar con pocos indicadores, uno o dos, los que te sirvan; que lo que midas te ayude a decidir. No midas para juzgar, mide para aprender y mejorar, comparte lo que aprendas, habla de los datos y pregunta . Ajusta con el tiempo, las métricas ya que también evolucionan.
En resumen, medir no es el fin, es el medio, puesto que cuando medimos, aprendemos, cuando aprendemos, mejoramos y cuando mejoramos, innovamos con más fuerza.
En el próximo recurso te compartiremos una herramienta sencilla para comenzar a medir estos indicadores en tu organización. Mientras tanto, puedes empezar por hacerte una pregunta: ¿Qué está cambiando gracias a lo que estamos haciendo?…